Como escuchase un llanto,
me paré en el repecho
me paré en el repecho
y me acerqué a la puerta
del rancho del camino.
del rancho del camino.
Un niño de ojos dulce
s me miró desde el lecho.
s me miró desde el lecho.
¡Y una ternura inmensa
me embriagó como un vino!
me embriagó como un vino!
La madre se tardó,
curvada en el barbecho;
curvada en el barbecho;
el niño,
al despertar,
buscó el pezón de la rosa
al despertar,
buscó el pezón de la rosa
y rompió en llanto...
Yo lo estreché contra el pecho,
Yo lo estreché contra el pecho,
y una canción de cuna me subió,
temblorosa...
temblorosa...
Por la ventana
abierta la luna nos miraba.
abierta la luna nos miraba.
El niño ya dormía,
y la canción bañaba,
y la canción bañaba,
como otro resplandor,
mi pecho enriquecido...
mi pecho enriquecido...
Y cuando la mujer,
trémula,
abrió la puerta,
trémula,
abrió la puerta,
me vería en el rostro
tanta ventura cierta
tanta ventura cierta
¡que me dejó el infante
en los brazos dormido!
en los brazos dormido!
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