Busca tu poema

Loading

martes, 5 de octubre de 2010

OYE TODOS LOS SONIDOS



Un círculo de intelectuales se había formado alrededor de un maestro.

Él no los había buscado, pero el grupo iba a visitarle cada tarde para meditar.

El sabio casi nunca hablaba. Era uno de esos mentores que consideran que

la enseñanza más elocuente es el silencio y la vibración más pura

y reveladora, la de la quietud.

Los iniciados, en cambio, parloteaban si cesar y se perdían en toda suerte

de opiniones. Unos aseguraban que hay un principio trascendente y otros

lo negaban; unos insistían en que lo único fiable era la experiencia sensorial

y otros en que solo lo era el universo de las ideas; unos señalaban la

necesidad de indagar en la metafísica y otros en las distintas filosofías

de la historia. Todos hablaban, aunque ninguno prestaba atención a los

demás. Solo jugaban con las opiniones, los puntos de vista y las abstracciones.


El sabio era muy paciente. Se preguntaba a qué venían esos hombres si

sólo estaban interesados en sus entretenimientos intelectuales y no tenían

oídos para la genuina enseñanza.


Un día decidió reunirlos y les dijo: -Sois como lavanderas.

-¿Cómo lavanderas? -preguntaron mirándose unos a otros extrañados-,

¿qué queréis decir con eso? -Vosotros sabréis, ya que domináis las

palabras y su interpretación.

-Pues no entendemos qué tenemos que ver nosotros con unas lavanderas.


-Veréis. La lavandera tiene mucha ropa, pero vienen los propietarios de la

misma, se la llevan y se queda sin nada. Así sois vosotros.

Tenéis un montón de opiniones tomadas de libros, escrituras, filósofos...

Mas nada os pertenece. Estáis vacíos. Sois como lavanderas.

Seguid especulando. No ganaréis ni un gramo de sabiduría con ello,

aunque os divertiréis mucho.


Dice el Maestro: Es necesario pasar de la comprensión intelectual a la intuitiva;

de la teoría a la práctica.



0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores Emprendedores...Unete tu Tambien

Link


 

Frases bonitas | by Hosting Free