El con ella
Los ojitos le brillaban
cuando cerca la tenía,
era Abril, de mediodía...
y aún despierto la soñaba.
Él tomaba aquella mano
cual botón de una flor blanca,
y la apretaba contra el pecho
para acariciarse el alma.
Los suspiros eran de ella...
que iban perfumando el viento,
cual susurros de doncellas
que cantaban en silencio.
Y sobraban las palabras,
les faltaba hasta el aliento...
dos amantes, un momento,
mil te amos, sólo un alma.
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