Lo que escribi a Mario el dia que casi pierde
a Virginia.
El jardinero
dio tanta agua a ala plantita
que ella se ahogo.
La madre abrazo tanto ardor a su hijito, que el lloro enojado.
Amores que sofocan.
Amores que hacen mal...
En estos dias he estado pensando.
Me parece que mi modo de ser amigo
se esta semejando al del jardinero
o al del amigo indiscreto.
Mi insienso talvez sea demasiado
y terminara sofocando mi idolo...
Mi preocupacion es excesiva
talvez este limitando tu libertad.
Te llamo demaciado por telefono,
escribo demaciadas cartas,
corrijo demaciado,
te atiendo demaciado.
Tu ya no tienes libertad para hacer tus programas.
Que clase de amistad es esta que ocupa todo tu tiempo?
Que amor desinteresado es este
que no deja la palnatita crecer en paz?
Que jardinero es ese que riega la planta
hasta cinco veces al dia?
Hazme un favor de amigo:
Grita bien alto y con ira
cuando yo ocupe demasiado tu tiempo.
Tal vez entonces entienda
que la amistad pura no oprime,
no ocupa demasiado una vida,
no sofoca a nadie.
¡No necesitas decir que me quieres!
¡No es necesario decir que te quiero!
De hoy en adelante,
seremos amigos como Jesus lo quiere:
¡Capaces de dar la vida el uno por el otro,
pero capaces tambien de dejar al otro libre
para el verdadero amor!
No es asi, Mario? Dile eso a tu novia...
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