Si sabes del placer no ahorres en el beso
que el gozo de amar no entraña mesura.
Déjate besar, y besa tú después
que siempre en los labios el amor perdura.
No beses, no, como el esclavo y el creyente,
sino cual viajero en la fuente regalada.
Déjate besar -sacrificio ferviente-
cuanto más candente, más fiel el beso.
¿Qué habrías hecho si mueres antes
sin otro fruto que la brisa en tu mejilla?
Déjate besar, y en el pecho, en las manos,
amante o amada -la copa bien alta.
Cuando beses, bebe, cuide el vidrio el temor:
besa en el cuello, la más bella zona.
Déjate besar y si te quedaba nostalgia
besa de nuevo, que la vida es escasa.
1 comentarios:
sencillamente hermso
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